Inhibir la permeabilidad del intestino, avance para celiacos.

Francisco León, de la empresa estadounidense Alba Therapeutics, ha explicado en la reunión de Jóvenes Investigadores en el Extranjero, celebrada en el Centro Nacional de Biotecnología, el desarrollo de un fármaco que inhibe la permeabilidad intestinal en enfermedad celiaca.

A falta de una cura para la enfermedad celiaca, cualquier método que logre paliar el efecto del gluten en los afectados es un éxito. Una reunión sobre avances en biología molecular para Jóvenes Investigadores en el Extranjero, organizada en Madrid por el Centro Nacional de Biotecnología, ha servido de trampolín para que españoles exiliados debido a la falta de oportunidades en su país den a conocer los estudios que están realizando fuera de España.

Es el caso de Francisco León, coordinador de ensayos clínicos en la empresa estadounidense Alba Therapeutics, que ha desarrollado una molécula capaz de bloquear el paso del gluten al sistema sanguíneo inhibiendo la permeabilidad intestinal.

Según ha explicado, el fármaco se descubrió investigando el cólera, enfermedad que, precisamente, refuerza esta característica del intestino. Tras varios años de investigación en modelo animal y resultados positivos, ya se han realizado cuatro ensayos clínicos en fase I con resultados igualmente esperanzadores.

Por el momento, el equipo de Alba Therapeutics ha conseguido que un celiaco pueda ingerir una rebanada de pan al día, un avance que servirá de base para los próximos ensayos clínicos, que se realizarán a partir del año que viene con el objetivo de concluir en tres o cuatro años la fase III.

Con centros españoles
España es uno de los lugares elegidos para estos ensayos. «Ya hemos hablado con centros de varias ciudades (Madrid, Barcelona, León, Oviedo y Valladolid, entre otras) de gran excelencia clínica pero que nunca han realizado ensayos».

El objetivo, además de formar a estos centros, es confirmar la acción de la molécula, conocida como AT-1001, más allá de las dos semanas, tiempo máximo de duración de los ensayos realizados hasta ahora. «No sabemos si el fármaco funcionará durante tres meses, periodo con el que vamos a trabajar en fase II, o durante un año, tiempo destinado al ensayo en fase III».

No llega a la sangre
Lo que sí se ha comprobado es la ausencia de efectos secundarios del tratamiento (malnutrición, osteoporosis, anemia e incluso linfoma intestinal, entre otros), que se administra por vía oral antes de cada comida: «El fármaco se degrada en el intestino, no afecta a otros órganos ni pasa a la sangre». Por el momento, el tratamiento está concebido para administrarse de por vida.

La participación de centros españoles en los próximos ensayos se ha confirmado gracias al interés particular de León, que admite que España «es un país pionero en investigación sobre enfermedad celiaca», un interés que también se nota en el que hecho de que «las administraciones financien los alimentos sin gluten». El uno por ciento de los españoles es celiaco, algo que «supone un grave problema de salud pública al que podemos dar remedio».

Mario Mellado: «Es más que evidente que el investigador español que se va quiere volver a su país» Que el joven investigador español se vea obligado a probar suerte fuera de sus fronteras no es nada nuevo. Para recordarlo, el Centro Nacional de Biotecnología lleva quince años reuniendo a un grupo representativo de estos «exiliados forzados» para que renueven el contacto entre ellos, estén el tanto de cómo evoluciona la situación en España y tomen nota de las empresas y centros de investigación que demuestran que su país se va acercando al nivel europeo cada vez más.

Mario Mellado y José Miguel Rodríguez Frade son los coordinadores de la reunión, que se realiza en torno a los avances de la biología molecular. Más de 30 jóvenes que rondan la treintena han compartido experiencias y han dado a conocer sus trabajos. Su paso por España -tras las navidades todos ellos regresarán a su trabajo en el extranjero- sirve para «recordarnos que el investigador español que se va por falta de oportunidades quiere volver a su país».

Los protagonistas del encuentro son conscientes de que, si regresan, es probable que lo hagan perdiendo los recursos y facilidades que tienen ahora. Los organizadores calculan que alrededor del 40 por ciento de los que emigran finalmente vuelven, pero admiten que fuera encuentran lo que España no sabe, o no puede, darles. Como siempre, Estados Unidos encabeza la lista de destinos de los jóvenes investigadores, seguido de países europeos como Inglaterra y Alemania.

José A. Plaza

Fuente:Diario Médico.com