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Cuando la celiaquía afecta a la fertilidad…

Detrás de varios intentos fallidos por lograr un embarazo, puede haber determinados problema que los expertos no están valorando, y uno ellos es la celiaquía, un ámbito en el que los expertos inciden en la necesidad de distinguir entre mujeres celiacas que ya están diagnosticadas o no, ya que en el caso de que una mujer ya tenga su diagnóstico y no coma gluten, no tiene por qué afectar su celiaquía a la fertilidad, al no haber un agente externo como el gluten que dañe su pared intestinal y que active su sistema inmune.

El caso es que si esa mujer está buscando el embarazo y no llega, será necesario tener en cuenta que hay que revisar cómo está funcionando su sistema inmunológico ya que partimos de que la paciente tiene ya una enfermedad autoinmune, y esto nos podría estar dando la pista de que podría haber otros desequilibrios a este nivel.

En cambio, si la mujer es celíaca y no lo sabe, y sigue consumiendo gluten, sí va a afectar a su fertilidad, ya que está activando a su sistema inmunológico excesivamente, por lo que afectaría a la calidad ovocitaria y también a la implantación del embrión. Pero no solo eso, ya que si su intestino (mucosa intestinal y microbiota) no está bien, sería otro hándicap para su fertilidad, ya que el intestino y su microbiota juega un papel fundamental en la absorción de nutrientes, vitaminas, minerales, interferiría en la eliminación de estrógenos y además esta alteración intestinal podría provocar una inflamación en la mujer y una mayor oxidación y estrés celular, y todo ello no ayuda a la fertilidad de la mujer.

La solución pasa siempre por un buen diagnóstico, y una vez detectado el problema, realizar un tratamiento integrativo para recuperar la mucosa intestinal, a través de pautas especiales de alimentación, suplementación específica para cada paciente, y trabajando sobre el sistema inmunológico. Eso si, siempre pautado por un especialista en fertilidad integral, ya que no solo se trata de dejar de comer gluten, sino de reparar el daño que haya podido causar el consumo durante años del gluten en el hombre y la mujer.

Si todo lo dicho está controlado y trabajado, no tendría que añadir ningún peligro para el desarrollo del embarazo; pero en el caso de que no sea así, entonces sí que habría más probabilidad de abortos y de problemas durante la gestación, pero no solo durante la gestación, sino también sería un factor a tener en cuenta para el futuro bebé.

Así las cosas, si la madre durante la gestación no consume gluten y parte de una búsqueda de embarazo sana (niveles de vitaminas y minerales adecuados y microbiota equilibrada) el bebé no tiene por qué desarrollar ningún tipo de problema, aunque es importante tener en cuenta que la celiaquía es una enfermedad autoinmune y que antes de una gestación sería recomendable realizar un estudio y análisis para saber si existen otras patologías asociadas que sí pueden afectar al desarrollo del embrión y del embarazo.

En este sentido, Antonia González, embrióloga y CEO de Onêt Fertilidad, y experta en estudiar de una manera integral la salud reproductiva de la mujer, recomienda siempre «realizar un estudio previo preconcepcional para que tanto la madre, como el padre estén en las condiciones más óptimas para así conseguir el embarazo antes y que sea una gestación sana, y por supuesto para que la futura salud de ese bebé sea la más óptima»

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