,

Se incrementa la sensibilidad al gluten como posible respuesta a un mayor consumo de productos para celíacos

En los últimos años la sensibilidad al gluten no celíaca se ha incrementado notablemente, hasta el punto de que numerosos estudios realizados en los últimos años han demostrado que ya es más frecuente que la celiaquía.

Se trata de una patología caracterizada por síntomas digestivos y extradigestivos que dan negativo a las pruebas diagnósticas de la enfermedad celíaca, y de la que se conocen casos desde 1978, aunque es en los últimos años cuando ha tomado un importante protagonismo en la sociedad, según señala un estudio elaborado por un grupo de investigadores del Hospital Puerta de Hierro publicado en la revista Reumatología Clínica.

De esta manera, mientras que la celiaquía es una enfermedad autoinmune grave que daña el sistema digestivo de las personas, y tiene una tasa de prevalencia de un 1 % en la población, la intolerancia no celiaca se estima que afecta al 5 % de la población, aunque según datos de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten, esta cifra bien podría situarse hasta en un 10 %.

Según ha explicado al portal Consalud el Dr. Santiago Vivas, especialista en Aparato Digestivo del Hospital de León y uno de los mayores expertos de la enfermedad celíaca de nuestro país, “cuando atendemos a estos pacientes encontramos que la biopsia del intestino es normal, no hay ninguna huella física pero ellos tienen síntomas que les reducen la calidad de vida. En el momento en el que se les retira el gluten o la harina de trigo mejoran y desaparece la sintomatología”.

Este tipo de sensibilidad o intolerancia no aporta mayor complicación que los síntomas que merman la calidad de vida, y solo el tratamiento nutricional basado en una dieta sin gluten mejora esta sintomatología. En principio, según explican desde la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten, los síntomas de estos pacientes son parecidos a la enfermedad, pero sin muestra física ni desarrollo de autoinmunidad, y quien la sufre suele padecer estreñimiento o diarrea, distensión y dolor abdominal sin razones aparentes, además de fatiga, náuseas o dolor de cabeza.

No se conocen sus causas, pero cada vez aumenta más su presencia y, lo que es peor, su diagnóstico no es sencillo, ya que las pruebas que descartan que se trate de una enfermedad celíaca reflejan que no hay daños en el tracto digestivo que expliquen los dolores, estreñimientos y diarreas, y tampoco hay en la sangre anticuerpos que reflejen la presencia de alergia al trigo o celiaquía.

Es necesario dejar claro que estos pacientes no son alérgicos al gluten ni al trigo, que no tienen mayor complicación que los síntomas que merman su calidad de vida, y que solo el tratamiento nutricional basado en una dieta sin gluten mejora su sintomatología, y en esto si es igual que la celiaquía.

En la última década, los alimentos sin gluten especialmente elaborados para celíacos han pasado de no existir a estar presente en supermercados y restaurantes. En este sentido, el Dr. Vivas ha señalado que “los productos siguen siendo más caros, pero hay mayor conocimiento en repostería y restauración y cartas adaptadas para estas personas”, algo que ha beneficiado especialmente a los pacientes celíacos, que precisan de eliminar completamente el gluten de su dieta.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.