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¿Cuáles son los efectos de una alimentación sin gluten en las personas sin alergia, sensibilidad o intolerancia…?

Muchas personas retiran el gluten de su dieta porque no les sienta bien y notan distensión abdominal y molestias con su consumo, incluso habiendo descartado mediante las pruebas médicas una celiaquía… y ahí es donde suele surgir la duda: ¿si dejamos de tomar gluten, mejorará el aspecto de la piel o el cabello, y nos sentiremos mejor…? Para los especialistas, la respuesta es clara: “si no eres sensible al gluten, no”.

Según la doctora Mar Mira, codirectora de la Clínica de Medicina Estética y Nutrición Mira+Cueto, “muchas veces, al retirar del consumo habitual el gluten mejoran las molestias digestivas que podamos tener”. Est se debe, según aclara, a que “la gran mayoría del trigo que se distribuye y consumimos es trigo modificado genéticamente para que las cosechas sean más abundantes y resistentes a pesticidas, plagas e inclemencias meteorológicas”, para culminar afirmando que “todo esto se traduce en que el trigo que consumimos, tan integrado en la alimentación mediterránea, no es igual al que consumían nuestros antepasados y, en general, puede ser más proinflamatorio, acarreando estas molestias digestivas de las que hablamos”.

Este abuso del gluten por parte de la industria alimentaria hace que aunque no seamos ni celíacos, ni sensibles al gluten, ni alérgicos a esta proteína, que son tres cosas distintas, nos pueda sentar mal, y que se nos pueda hinchar la tripa, tener malestar o gases… etc.

Según explica Salvador Ferrando, miembro de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Instituto Médico Ricart, no tendríamos por qué notar nada si dejamos de tomar gluten, ya que “el gluten no es esencial si consumimos otros cereales o pseudocereales que contienen determinadas vitaminas y minerales que son beneficiosas para la salud como por ejemplo el trigo sarraceno”. Ahora bien, aclara que»lo mejor es llevar una dieta variada y equilibrada«.

Según Mar Mira, “la solución está en consumir harinas sin procesar y ricas en nutrientes como las de centeno, quinoa o legumbres en lugar de, simplemente, retirar el gluten cuando no somos celíacos”, para aclarar que una dieta saludable es aquella que se basa en materia prima fundamentalmente vegetal con fuentes de proteínas, grasas y carbohidratos de calidad y que, además, permite una buena relación con alimentos no nutritivos y con tu propio cuerpo”.

Los especialistas destacan que un defecto en proteínas podría provocar que el pelo se debilite o que disminuya el colágeno y las proteínas en la piel, al tiempo que un defecto en grasas puede producir una mala hidratación, porque el pelo y la piel tendrán menos componentes lipídicos para nutrirse. El cabello también puede perder brillo y coloración por culpa de una mala función del hígado; al tiempo que pueden llegar problemas como acné o psoriasis, ya que este tipo de alimentación es de carácter proinflamatorioMar Mira comenta en este sentido que «la piel es muy sensible a la carencia de vitaminas como la A y C, el el hierro, los ácidos grasos esenciales y el zinc; mientras que el pelo es sensible a la carencia de zinc, selenio, hierro, vitaminas B, E, calcio, proteínas y ácido fólico«. Así las cosas, si no tenemos una alimentación adecuada, nuestro pelo será más seco, fino, quebradizo, se caerá más, y será menos elástico y brillante. Además, la piel estará menos luminosa, más deshidratada y tendrá más tendencia a la flacidez.

Los expertos recuerdan, en definitiva, que lo que comemos y dejamos de comer afecta en todo, ya que, a nivel digestivo, a nuestro cerebro, a nuestra piel… la alimentación es la «gasolina» con la que nutrimos cada célula de nuestro cuerpo.

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